Firma invitada: María José Talavera, directora general de VMware para España y Portugal.
Todos tenemos durante la infancia sueños ambiciosos sobre lo que queremos ser en el futuro, sueños que, en la mayoría de los casos, están influenciados por nuestro entorno, ya sea por el cine que nos gusta, por la predominancia de una determinada profesión en la familia como pudiera ser médico o por las estrellas del deporte que brillan en ese momento.
Es interesante comprobar cuanto tiempo podemos mantener ideas preconcebidas sobre algunos roles y hasta qué punto estamos influenciados por lo que vemos y oímos a nuestro alrededor, acumulando estereotipos que entran en juego cuando pensamos en los diferentes sectores profesionales. Por ejemplo, en las relaciones públicas y el marketing, los profesionales suelen ser creativos, en derecho y finanzas, suelen saber trabajar bajo presión, y el mundo tecnológico… está lleno de geeks y predomina el género masculino.
¿Con qué frecuencia hemos oído que algunos jóvenes ni siquiera consideran trabajar en el sector TIC porque no se han graduado en Informática o Telecomunicaciones, o porque el entorno de las Tecnológicas “no es el suyo”?
Es un hecho que la tecnología forma parte de cualquier negocio y los conocimientos tecnológicos son necesarios vayas a trabajar o no en el sector TIC. Uno de los mayores retos, además de una de las claves del éxito de una empresa es crear un entorno en el que las personas desarrollen su máximo potencial llegando a ser la mejor versión de sí mismos. A menudo esto significa romper con los enfoques tradicionales, y en el caso del sector TIC, supone romper el estereotipo de que esta industria se sustenta con una fuerza de trabajo eminentemente masculina y en la que sólo pueden trabajar graduados en Informática o Telecomunicaciones.
En VMware entendemos que no hay senda de éxito sin el capital humano adecuado y, en ese sentido, apostamos por la diversidad en todas sus versiones. Sabiendo que en España y Portugal la diversidad de género es sobre la que más se puede incidir, siendo temas menores la etnia, religión… por la idiosincrasia propia de los países, aunque, sin duda, son igual de relevantes.
Para ello, necesitamos expandir nuestros horizontes y atraer a ese talento “no tradicional” que mencionábamos. Es nuestro deber y responsabilidad asegurarnos de ofrecer un entorno de trabajo en el que personas de todo tipo de orígenes se sientan respaldadas. Como bien saben los que me conocen, soy una firme defensora de que lo que realmente importa son las personas, y queremos personas con talento y comprometidas.
En nuestro último VMware Carpool Tech Talk, tenemos dos claros ejemplos de mujeres con formación no TIC que han llegado a responsabilidades europeas en una empresa tecnológica como es VMware. Kirsten Cox, vicepresidenta de marketing para EMEA y Liz Cane, directora de recursos humanos para EMEA, hablan sobre cómo terminaron trabajando en el sector TIC. Como veréis a continuación, cada una tomó un camino diferente: Liz estudió agronomía y Kirsten comenzó sus andaduras en el mundo del software a través de un programa de posgrado.
Como explica Liz, en VMware ha contado con un apoyo del que no siempre ha podido beneficiarse en otras organizaciones. Es precisamente este soporte el que ayuda a crear un entorno en el que personas de todos los orígenes y culturas prosperan y tienen éxito. Algunos de nuestros mejores colegas del sector no han recibido la “educación tradicional” que se tiene en mente cuando se piensa en un profesional de TI, lo que demuestra que no hay una carrera profesional “correcta”, del mismo modo que no hay un género, una raza o una etnia correcta, lo que nos importa es encontrar personas que puedan beneficiarse y contribuir a crear una cultura diversa y exitosa en una industria con un pasado, un presente y un futuro fuera de toda duda como es el sector tecnológico.