Firma invitada: Moisés Navarro, Business Solutions Strategist para VMware Iberia
Hace no mucho escribí en este blog sobre “A vueltas con el multicloud”. El caso es que el palabro aparece cada vez más a menudo en toda conversación (y si no, puntúa también el de ‘hybrid cloud’; ya, ya sé que no es lo mismo, pero… ¿acaso parece importar?). El caso es que se hable con clientes, partners, analistas…, el tema sale. Y aparece en medios; y en las comunicaciones y en el marketing de la mayoría (si no todas) las empresas del sector TI.
Ya sabemos que cuando el cántaro va mucho a la fuente, se acaba rompiendo. Y en el caso de multicloud, ha ido mucho en poco tiempo, y ya se rompió (además, se rompió pronto, casi diría que en el primer o segundo viaje a la fuente). Porque, a ver, si cojo facturas de un par de proveedores de nube pública, las escaneo y las junto en un PDF ¡ya tengo un Multicloud Invoice Manager!, ¿no?
No voy a definir ni multicloud ni ‘hybrid cloud’. No porque no tenga mi propia definición, que la tengo y está a vuestra disposición. No voy a entrar a definirlo porque no tengo por qué ser yo quien posea la definición válida, única y verdadera, y estaré encantado de aceptar cualquier otra definición, con tal de que sepamos de qué hablamos y hablemos de lo mismo.
Bien.
Sí entro en qué expectativa genera en los clientes y los partners escuchar que algo es la clave para multicloud / hybrid cloud. Cosas como que un sistema operativo es la clave para multicloud. O escuchar que un framework para aplicaciones, quien dice un framework para aplicaciones dice un orquestador de containers, y quien dice un orquestador de containers dice Kubernetes. Pues eso, retomo hilo: o escuchar que Kubernetes es la clave para multicloud / hybrid cloud.
Hmmmm.
(Mirad, ni entro en lo del sistema operativo porque, a pesar de que sigue vigente ese tipo de publicidad, creo que nadie pica)
Sí entro en lo de Kubernetes, que para eso vivimos la fiebre del oro alrededor de Kubernetes. Olé, ahí queda eso: que si uso Kubernetes ya soy multicloud. A ver, por tener un coche puedo conducir en todas las carreteras del mundo ¿no? Así que, por tener coche ¡soy multicarretera!
Pero, ¿tengo asistencia en carretera con cobertura mundial? Depende.
¿Puedo recargar/repostar mi coche en cualquier sitio? Depende.
¿Vale mi carnet de conducir en cualquier sitio? Depende.
¿Vale mi sistema de pago de peajes en cualquier sitio? Depende.
¿Puedo acceder al centro de cualquier ciudad? Depende.
¿Vale mi asiento para menores en cualquier sitio? Depende.
A ver, que me estoy poniendo nervioso. ¿Puedo circular por cualquier sitio dado que mi coche consume ciertos combustibles fósiles? Depende.
“¡Oiga, pero qué engaño es este! ¡Compré este coche porque la publicidad decía que podía conducir por cualquier carretera del mundo!”
“Sí, querido cliente, su coche puede circular por cualquier carretera. Que sea operativo y funcionalmente viable es otra cosa, nadie prometió nada…”. O sí.
(Pistas: ahora pensemos en Kubernetes y multicloud, y analicemos entorno de red, entorno de almacenamiento, gestión de identidades y autenticación, ciclo de vida de aplicaciones, servicios específicos de la nube o la plataforma donde aloje mi k8s, seguridad y blindaje, operaciones…¡Ay, operaciones!)
Operamos en escenarios multicloud, sin duda.
Kubernetes es el estándar de facto para orquestación de containers, sin duda.
Gracias a eso Kubernetes ayuda a lidiar con la complejidad del escenario multicloud, sin duda.
(El coche es capaz de circular por cualquier carretera)
¿Basta con usar Kubernetes para decir “¡Ya soy multicloud!”? No, no basta, sin duda.
(El coche es capaz de circular por cualquier carretera; para que mis acompañantes y yo podamos circular por cualquier carretera necesito licencia, cobertura, homologaciones…)
Pues eso.