El cambio constante es un hecho ineludible para que las empresas modernas puedan tener éxito. Puede que no siempre sea fácil afrontarlo, pero el cambio es una respuesta inevitable a los macro cambios clave en el mercado, como la globalización, la consumerización y el movimiento acelerado hacia la vida y los negocios online. El tiempo de comercialización más rápido y la agilidad empresarial mejorada son a menudo las únicas vías para obtener ventajas competitivas para muchas organizaciones, una transformación digital que permita la entrega más rápida de nuevos productos y servicios al mercado se está convirtiendo en su prioridad número uno.
Pero, el hecho de que las empresas se estén transformando de esta manera no significa, al menos a corto y medio plazo, que no continuarán confiando en algunas de las herramientas, procesos y tecnologías tradicionales que ya están en uso. Es probable que la transformación digital exitosa sea evolucionaría en lugar de revolucionaria para adaptarse a un cambio híbrido ente lo viejo y lo nuevo.
Creemos que una base importante de este nuevo mundo ágil es el desmoronamiento de los silos funcionales existentes dentro de la organización de TI. Hoy en día, es probable que haya un departamento separado de operaciones de servidores/centros de datos, un departamento de redes, un departamento de computación de escritorio, etc., los cuales hablan su propio idioma y tienen sus propias herramientas e incluso culturas diferentes.
Alejarse de esta forma limitada y tradicional de trabajar no sucede por arte de magia o porque la administración diga que debería ser así. En los casos que hemos visto funcionar, el CIO ha especificado en detalle cómo debe cambiar la organización, qué tecnologías se requieren para hacerlo, y han demostrado un fuerte liderazgo y beneficio mutuo para los usuarios y las partes interesadas. El cambio nunca es sencillo y podría verse como una amenaza para algunos empleados o funciones empresariales.
Por ejemplo, observamos grandes empresas luchando con problemas de transformación y que pueden optar por comprar nuevo hardware de red porque el departamento de redes puede verlo como la opción más fácil para mejorar la colaboración en línea dentro de la organización. Esto se debe a que los profesionales de redes tradicionales ven el problema comercial en gran medida a través de una lente de red (“… si eres un martillo, entonces todo tiende a parecer un clavo …”). Pero, en la mayoría de los casos, hacer que la red corporativa existente sea más compleja, o simplemente actualizarla al modelo de este año, en realidad no resuelve ningún problema real y, en muchos casos, puede agravarlos.
Por otro lado, una reinvención más radical de la red corporativa a través de la virtualización puede ayudar a erradicar problemas de red y seguridad. La red definida por software, que resume la red física en una capa de software más flexible, fácil de administrar y automatizada, es un nuevo paradigma para las TI, con el potencial para que las empresas: escalen sin problemas, creen aplicaciones y servicios más rápido, proporcionen mejor soporte a sus clientes y, al mismo tiempo, sean mucho más seguros mediante la implementación de seguridad de clase empresarial en toda la red en lugar de unicamente en su perímetro.
Tomemos como ejemplo Aerodata, una compañía estadounidense que procesa datos para la industria de las aerolíneas. La compañía se ha ido definiendo por software, con VMware NSX implementado para garantizar la seguridad, pero a la vez que garantiza un entorno siempre activo. Brinda información de vuelo crítica al personal, accesible en cualquier momento. Puesto que cualquier fallo puede dar como resultado el retraso de más de 100 vuelos, esto es crucial para ayudar a que el negocio y sus clientes avancen mucho más rápido ante los cambios del mercado.
Pero este tipo de cambio tan radical nunca es fácil, especialmente para aquellos que están en medio de él. Profesionales de redes experimentados pueden ver inicialmente una transición a redes definidas por software con NSX como tal vez un paso demasiado lejos de sus verdades aceptadas de los últimos veinticinco años, a pesar del potencial obvio de una mayor flexibilidad, costes reducidos y un modelo de seguridad nueva mucho más efectivo.
Aquí es donde los CIOs modernos que, junto con el CEO y las nuevas posiciones emergentes de nivel C, como Chief Security Officer, Chief Compliance Officer, etc., están adoptando el cambio y están pensando en un panorama más allá que las TI y las redes. Ya sea la transformación del negocio digital, la competitividad o la globalización, deben demostrar un liderazgo fuerte y decisivo.
Afrontémoslo, la viabilidad futura y el éxito de la empresa dependerán de las decisiones de hoy en torno a la transformación digital. Hoy en día, para muchas organizaciones, las cambiantes condiciones de negocio significan que existe una brecha en constante expansión entre las TI que desean y necesitan, y lo que realmente están obteniendo de silos funcionales arraigados en el negocio. La virtualización de red puede ayudar a cerrar esta brecha.
Le brinda a las organizaciones la confianza y la flexibilidad de clase empresarial en cualquier dispositivo, con la capacidad de ampliar o reducir automáticamente, remediar y reconfigurar dinámicamente a medida que cambian las necesidades del negocio, algo inviable sobre una infraestructura de red puramente física. En definitiva, ayuda a las empresas a prepararse para el futuro, a ser capaces de lidiar con cambios y eventos aún imprevistos en el panorama empresarial, de modo que en quince o incluso veinte años, la empresa puede seguir mirando hacia el futuro, y no solo luchar por sobrevivir en el presente.