La gran mayoría de las empresas tecnológicas quieren mejorar su forma de apoyar a los trabajadores con distintas necesidades. Las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) están proliferando en nuestro sector, por fin.
Pero cuando hablamos de discapacidad, todavía estamos lejos de una representación real. En EE. UU., por ejemplo, la tasa de autoidentificación de empleados con discapacidad es del 3,2%, un porcentaje que en 2019 era del 1,8%. Pero sigue siendo un valor muy por debajo del 18% de la población general.
Ya es hora de que todos nos preguntemos qué podemos hacer para acelerar los cambios y parte de las respuestas la respuesta está fundamentalmente en cambiar la forma en que pensamos sobre la discapacidad en el ámbito tecnológico.
La inclusión es, sin duda, un objetivo loable por derecho propio. No obstante, incorporar a más personas con discapacidad a una empresa no debería verse solo como una causa noble; no es algo que necesite conferirse.
La realidad es que fomentar la inclusión de personas con discapacidad beneficia a todos los que trabajan en el sector de la tecnología y, en última instancia, ofrece a las empresas una ventaja competitiva.
Sabemos, por ejemplo, que las empresas que demuestran liderazgo en la inclusión y contratación de personas con discapacidad están superando a aquellas con logros más modestos en este campo. En un estudio de Accenture en el que participaron 140 empresas norteamericanas, las cuales forman parte del Disability Equality Index, se observó que aquellas organizaciones que se encontraban en el nivel superior del índice obtuvieron el doble de ingresos netos y un 30% más de márgenes de rentabilidad en cuatro años que las que estaban a la cola del mismo índice.
Tiene sentido: es probable que evalúan a un grupo más amplio de candidatos al seleccionar personal obtengan mejores resultados. Y además del intelecto en bruto, las personas con discapacidad pueden haberse topado con más obstáculos a lo largo de su vida, lo que les ha llevado a desarrollar una determinación y una firmeza excepcionales, convirtiéndoles en empleados extraordinarios.
Al mismo tiempo, los usuarios finales exigen cada vez más accesibilidad en los productos y servicios tecnológicos que utilizan.
Energía e innovación
Las mayores innovaciones en tecnología accesible están aún por llegar. Pero podemos afirmar que VMware ya está trabajando duro en este aspecto.
En 2019, VMware colaboró con la Asociación para Personas con Necesidades Especiales (APSN) de Singapur en un hackatón de ideas, con el objetivo de crear una aplicación que ayudase a los estudiantes que formaban parte de la asociación a afrontar los desafíos asociados a las aptitudes sociales, las habilidades numéricas y la formación profesional, así como para lograr que todo Singapur fuera más inclusivo.La propuesta ganadora, “Connect Us”, se proponía ofrecer una plataforma de redes sociales para conectar a los estudiantes, los exalumnos y los posibles empresarios de la asociación. Esta idea siguió desarrollándose con la ayuda de VMware e hizo su debut como aplicación (APSNLive) ese mismo año en el vForum Singapore.
En febrero de 2020, iniciamos nuestra primera Semana de la Accesibilidad, con una cumbre y un hackatón de accesibilidad. Hubo representación de cinco países, seis unidades de negocio y nueve productos distintos. Se desarrollaron diez conceptos durante el hackatón, incluida una aplicación para guiar a las personas ciegas o con problemas de visión cuando caminan, programación capaz de abrir puertas cuando la persona toca o gira su teléfono móvil, y tecnología de reconocimiento inteligente de objetos para sillas de ruedas. La apertura de puertas con teléfono, que fue la idea ganadora, se integró en el producto VMware Workspace One Access.
Estos hackatones han supuesto todo un triunfo de la formación de equipos. Hemos observado lo entusiastas que son nuestros empleados respecto a la inclusión, y hemos recibido comentarios muy positivos del personal, que estaban muy agradecidos por poder aportar su granito de arena.
Pero VMware está haciendo mucho más. Por ejemplo, hace poco completamos la implementación de tres herramientas muy accesibles: Fusion, Workstation y Player, y aún queda mucho por llegar.
En 2020, presentamos la Comunidad de Potencial de la Diversidad (POD), que desde entonces ha implementado una serie de cursos de formación para crear conciencia y ha colaborado en nuestra primera presentación al Disability Equality Index.
Un camino hacia el futuro
Estas iniciativas encajan con los objetivos más amplios de igualdad y confianza de nuestra Agenda 2030, que esperamos nos acerque mucho a unos empleados verdaderamente representativos y, en última instancia, fortalezca nuestra empresa.
El pasado agosto, VMware se unió al grupo Valuable 500, un colectivo empresarial internacional que está arrancando un cambio sistémico y descubriendo el valor comercial, social y económico de los más de mil millones de personas con discapacidad de todo el mundo. Nuestro CEO, Raghu Raghuram, se ha comprometido a incorporar la inclusión de la discapacidad en el programa de liderazgo de VMware.
Nos esforzamos por no volvernos complacientes. Crear un espacio de trabajo más inclusivo para las personas con discapacidad, y alentar a otros para que hagan lo mismo, requerirá un esfuerzo continuo y una mayor integración de la accesibilidad en nuestros productos, nuestros servicios y nuestra cultura.
Las iniciativas DEI, y particularmente la inclusión de la discapacidad, deben ser parte integral del avance del sector tecnológico. Como individuos, todos podemos aportar nuestro granito de arena aprendiendo más sobre la discapacidad como un aspecto de diversidad, así como profundizando más en la inclusión de dicha discapacidad.
Porque sin políticas que incluyan la discapacidad, ninguna empresa tecnológica podrá atraer y retener a los profesionales que necesita para prosperar en el futuro.
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