Joe Baguley, vicepresidente y director de tecnología de EMEA en VMware
Los líderes políticos no son conocidos precisamente por su capacidad para ponerse de acuerdo. Si esto se puede afirmar en el ámbito nacional, qué decir del internacional. Así, el hecho de que los jefes de Estado y los responsables políticos de toda Europa observen la necesidad de construir una capacidad paneuropea de infraestructuras y resiliencia digitales significa que algo estarán tramando.
Este es el tema de nuestro último documento técnico, «Return of Sovereign Cloud: Protecting and unlocking the value of critical data».
La economía de los datos: un interés nacional vital
Los líderes políticos tanto de Francia como de Alemania han hablado recientemente de la necesidad de «campeones europeos» como alternativa a los proveedores de nube estadounidenses. En septiembre, el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró: «La batalla que estamos librando es de soberanía… Si no construimos nuestros propios campeones en todos los ámbitos —digital, inteligencia artificial—, serán otros los que dictarán nuestras decisiones». En líneas similares, la canciller alemana Angela Merkel ha expresado en el pasado su preocupación por la «dependencia digital» de EE. UU. Estos son solo dos ejemplos.
En este excelente artículo, Simon Hansford, director ejecutivo de UKCloud, afirma: «Los monopolios de datos son un peligro real, ya que el acaparamiento de activos acaba con la competencia en el mercado, lo que inevitablemente suscita inquietud tanto para las comunidades locales como para las empresas.Darles deliberadamente las riendas a una o dos empresas puede tener consecuencias tremendamente negativas y muy reales».
Está claro que, al pasar a ser la economía de los datos un interés nacional y paneuropeo vital, los Estados soberanos necesitan una capacidad digital que evite que acaben dependiendo de organizaciones y operadores extranjeros para procesar sus propios datos; hay mucha información en el mercado que respalda tal extremo. De acuerdo con KPMG, el mercado de la nube europeo tenía en 2020 un valor estimado de 53 000 millones de euros y se prevé que se vea catapultado a entre 300 000 y 500 000 millones de euros para 2027-2030
El palo y la zanahoria de la nube soberana
Resulta esencial establecer qué es exactamente la nube soberana. Esencialmente, gira en torno a la emergente economía de los datos y la protección y el aprovechamiento del valor de los datos nacionales, empresariales y personales. Se trata de una respuesta específica a las realidades, de una importancia cada vez más elevada, que entraña la privacidad de los datos —esto, desde el nivel del ciudadano y de manera ascendente—. Pero esa es solo la mitad de la ecuación.
La otra es qué está provocando que sea necesaria justo ahora. Hay muchas razones, que se abordan de forma pormenorizada en el documento técnico, pero se pueden resumir así: el dominio de proveedores de soluciones hiperescalables como Google y AWS y la confianza —cada vez más molesta— en dichas entidades domiciliadas en EE. UU. para conservar información valiosa. También está la ley CLOUD, que permite a la administración pública estadounidense acceder a dichos datos. La prevalencia, en continuo crecimiento, de ciberataques sofisticados supone asimismo un problema. Según el Internet Crime Complaint Center del FBI, debido a la pandemia de COVID-19, en 2020 se experimentó un incremento del 400 % en los ciberataques denunciados y del 800 % en ataques de programas de secuestro. Además del palo, también está la zanahoria. Desde el punto de vista económico, hay muchísimo en juego (empleos, inversiones, valor) en razón de la sólida demanda de servicios de nube en Europa.
Así pues, aunque el concepto de nubes soberanas no es nuevo, ha adquirido un nuevo significado e importancia en los últimos tiempos.
A quién pertenecen los datos
No hay duda de que el concepto de a quién pertenecen los datos y, por tanto, cómo se pueden aprovechar mejor, no es necesariamente diáfano. Tomemos el ejemplo de las matrículas de vehículos, el baluarte de la Agencia de Licencias de Vehículos y Conductores del Reino Unido. Superficialmente, sus datos tienen valor porque registran el movimiento de las personas, el gasto en automoción, las emisiones de carbono, etc. Sin embargo, si esta información se aprovecha hasta su máximo potencial mediante aprendizaje automático, puede servir de referencia para tomar muchas decisiones tanto en el sector público como en el privado, así como para los ciudadanos. Este es el quid de la soberanía. Es el deseo de crear valor a partir de datos de referencia que acaben repercutiendo en las personas que más se beneficiarán de ellos.
Sin embargo, en un mundo de comercio sin fronteras, las directrices, los reglamentos y los requisitos pueden difuminarse. Francia, por ejemplo, cuenta con una política nacional que impone que los datos se almacenen en la Unión Europea. Alemania requiere su localización ya sea en su propio país o en la UE, según el nivel de soberanía en el control del contexto de los datos. No obstante, cualesquiera que sean los datos, ya no consisten únicamente en bytes en un disco duro, sino en el alma de un futuro valor económico que se ha de gestionar, proteger y compartir con soberanía y que Europa debe aprovechar.
El proyecto Gaia-X se ha diseñado precisamente para abordar estas cuestiones.
Una superposición que ofrece valor
El proyecto Gaia-X va mucho más allá de la nube soberana, pero, como concepto, está creando marcos de trabajo donde diferentes sectores y grupos pueden reunirse y compartir datos. Esto, además de realizarse de una manera estructurada, se lleva a cabo de una forma efectivamente alineada bajo directrices claras que, en última instancia, hace que el valor repercuta de nuevo en Europa. Tanto Gaia-X como la nube soberana son plenamente independientes, pero existe una superposición en lo referente a crear un auténtico ecosistema para la región, basado en normas perfectamente establecidas.
Gaia-X está facilitando nuevos espacios en los que los datos se pueden compartir dentro de los sectores y entre ellos y, así, desarrollar la ciencia, la sociedad y las economías. Sin embargo, también se admite la importancia de permitirles ver las repercusiones a los protagonistas del mercado. Los desafíos de la portabilidad de los datos, la interoperabilidad y unos marcos comerciales y jurídicos comunes tienen diferentes implicaciones para los diversos sectores. Ahí es donde Gaia-X está ayudando a los participantes a aunar sus fuerzas para definir casos de uso para sus sectores y compartir una información que posibilite los espacios de datos sectoriales, ya que cada uno tiene la responsabilidad de pensar cómo se van a utilizar esos datos, dónde están alojados, quién puede utilizarlos y cómo se combinarán para ofrecer una oportunidad económica real durante muchos años.
Invertir en una economía de los datos
Al igual que los líderes políticos llevan muchos años invirtiendo recursos en desarrollar la infraestructura nacional de autopistas o las instalaciones portuarias o aeroportuarias para impulsar el crecimiento económico, ahora deben invertir en construir una economía de los datos. Contamos con la tecnología para permitirles a todos en Europa tener su propia nube soberana, que permita disponer —precisamente— de una soberanía digital a través del marco de Gaia-X. No estamos excluyendo a los proveedores de soluciones hiperescalables: solo estamos pasando de dar prioridad a la nube a las nubes inteligentes.
Europa está evolucionando muy rápido en el recorrido de la economía digital. Los datos son el combustible y la nube es el motor. Supone unas enormes inversiones que se han de proteger con nuevas estructuras. El marco de Gaia-X se centra en el desarrollo de espacios de datos y la nube soberana garantiza la alineación de los servicios de nube con la seguridad y la normativa local. El crecimiento exponencial de los datos representa una gran oportunidad para crear nuevos casos de uso para servicios de valor añadido (transformando los datos en conocimiento y servicios). A fin de maximizar el valor de estas nuevas oportunidades, se necesita un conjunto avanzado de herramientas para los espacios de datos. Con Tanzu Data, VMware ha demostrado capacidades avanzadas en el desarrollo de nuevos espacios de datos.
Francesco Bonfiglio, director ejecutivo de Gaia-X, estará junto a nosotros en VMworld. Únase a nosotros para nuestra sesión: Ready for the Gaia-X revolution? Let’s talk about the acceleration of the European data-driven economy