Nick Cross, vicepresidente de centros de datos definidos por software (SDDC) para Europa, Oriente Medio y África (EMEA)
En los últimos meses, las administraciones públicas, las empresas y la población se han visto obligadas a reaccionar de una forma sin precedentes. También se ha observado una aceleración con respecto a los nuevos métodos de gestión, puesto que las empresas han tenido que apresurarse a implementar el teletrabajo y garantizar la continuidad del negocio.
Ahora, a medida que esta primera fase de reacción evoluciona hacia una de mayor reflexión, las organizaciones deben plantearse si están preparadas para lo que nos depare el futuro. ¿La transición se realizó de manera satisfactoria? ¿Qué podrían haber hecho de forma diferente y cómo aplican los conocimientos adquiridos para estar mejor preparadas de cara a las próximas semanas y meses? ¿Son sus infraestructuras de TI tan estables, ágiles y adaptables como creen?
Cómo preparase para la próxima oleada
Muchos de los que ya han reflexionado sobre las áreas de mejora y las han identificado adecuadamente habrán descubierto que su infraestructura no era la apropiada para lo que necesitaban hacer. Es posible que hayan tenido dificultades para que gran parte de su plantilla trabajara en lugares distintos, así como para tener la capacidad de garantizar los pedidos en línea, aprovisionar la red con la agilidad adecuada o implementar rápidamente nuevas aplicaciones, como herramientas de colaboración o plataformas para compartir archivos.
Estas empresas también habrán observado la cantidad de errores humanos que se pueden producir en las operaciones de TI y cómo estos errores ralentizan actividades como la configuración, la implementación o el mantenimiento de la infraestructura. Estas intervenciones manuales frenan la toma de decisiones y el flujo de las operaciones, tan necesarios en esta era digital que se ha visto interrumpida.
A medida que las empresas se preparan para un complicado panorama empresarial, necesitan garantizar su agilidad a la hora de adaptarse de manera rápida y flexible a cualquier cambio futuro.
Esto conlleva disponer de múltiples modelos de negocio que puedan adaptarse en función de la situación. Por ejemplo, en hostelería, muchos restaurantes, bares y mayoristas han implementado un sistema de pedidos en línea que permite la entrega directa al consumidor. En otro orden de cosas, los organizadores de eventos han dado un giro para ofrecer experiencias de índole virtual. No obstante, el ritmo del cambio no ha sido constante: algunas grandes empresas han podido adaptarse con mucha rapidez a pesar de su tamaño y de lo que podríamos considerar infraestructura heredada, mientras que los negocios más pequeños han tardado más tiempo.
En ese caso, disponer de una infraestructura y un modelo operativo adecuados es fundamental. Se trata de una arquitectura de TI sencilla y estable en la que las organizaciones pueden implementar sus aplicaciones y distribuirlas a cualquier usuario, independientemente del dispositivo que utilice.
Cómo elegir la base perfecta para generar mayor flexibilidad
Ser capaz de adoptar nuevos modelos de negocio sin interrumpir las operaciones requiere una base ágil, adaptable y flexible capaz de sacar rápidamente el máximo partido a los recursos y garantizar la seguridad, como de costumbre. Estas plataformas también necesitan combinar aplicaciones esenciales, nativas de nube y modernas, que resultan de vital importancia a la hora de ofrecer servicios y experiencias innovadores.
Esto se traduce en la nube híbrida, que combina lo mejor de la nube pública, la nube privada y los centros de datos locales, que permiten la ejecución simultánea de aplicaciones nativas y heredadas, con la capacidad de trasladar de forma fluida las cargas de trabajo al entorno que mejor se adapte a sus necesidades. En efecto, se trata de aprovechar los recursos al mismo tiempo que se amplían las prestaciones existentes. La base de esta estrategia de nube híbrida es disponer de unas operaciones y una infraestructura comunes capaces de ofrecer esa agilidad y flexibilidad tan necesarias. Y todo ello sin añadir complejidad alguna y dando libertad a los clientes para que elijan la nube adecuada para cada carga de trabajo y aplicación heredada, sin limitaciones operativas.
Esta homogeneidad (o coherencia) es esencial. Ya lo era históricamente cuando se usaban múltiples nubes y otras plataformas, cuando las organizaciones se veían obligadas a contar con varios equipos y conocimientos para cada entorno. Pero esto supone un obstáculo importante para la implementación de la combinación correcta de nubes y centros de datos locales. Unas operaciones y una infraestructura comunes requieren una menor carga operativa en lo que se refiere a la gestión y la escalabilidad, con equipos designados capaces de aprovechar los conocimientos existentes para utilizar su propia nube híbrida.
Es exactamente el tipo de infraestructura preparada para el futuro que VMware Cloud Foundation ofrece: una plataforma única y flexible que incluye la escalabilidad y las funciones de autoservicio necesarias para evolucionar perfectamente en un entorno que presenta limitaciones. Además, al optimizar la cadena de suministro de TI, las empresas pueden mantener la capacidad de respuesta y de adaptación con la flexibilidad necesaria para hacer frente a cualquier imprevisto.
Cómo transformar su negocio en una empresa flexible
Empresas de todos los tamaños han tenido que revisar sus estrategias para mantener la actividad. Han trabajado mucho y muy duramente por mantener la seguridad de su plantilla y seguir atendiendo a sus clientes. En los últimos meses se han producido cambios sin precedentes y ha quedado demostrado que las empresas digitalizadas más ágiles son las que pueden adaptarse rápidamente y estarán en mejores condiciones para salir a flote en una situación de desaceleración económica.
No obstante, hay que seguir trabajando y prepararse para la próxima fase. Las empresas deben ser flexibles y tener una gran capacidad de recuperación: reaccionar rápidamente al comienzo de cualquier interrupción debe ser la norma.
Esto solo se puede conseguir a través de una infraestructura adecuada y preparada para la nube híbrida, ya que proporciona una base digital sobre la que implementar múltiples modelos de negocio y operaciones verdaderamente flexibles.
Adoptar una plataforma de nube híbrida propia de un futuro flexible fomenta la continuidad del negocio, pase lo que pase. Empiece a hacer planes de futuro con VMware Cloud Foundation.
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