La demanda de servicios mejores, más rápidos y más potentes está generando un crecimiento exponencial en el número de aplicaciones, hasta el punto de que en los cinco años que abarcan desde 2019 hasta 2023 se van a crear más que en las cuatro décadas anteriores. Cada vez hay más organizaciones que implementan con rapidez servicios nuevos para satisfacer unas necesidades empresariales en continuo cambio.
Su implementación obliga a disponer de una infraestructura heterogénea debido a que las empresas continúan su transformación y las aplicaciones requieren multitud de entornos distintos, desde entornos locales para los servicios heredados esenciales, hasta la nube privada y pública para las aplicaciones nativas y las cargas de trabajo distribuidas que posiblemente se ejecuten en el perímetro.
Esto plantea ciertos desafíos, desde los requisitos y la complejidad de gestionar múltiples nubes y plataformas locales, hasta problemas de seguridad, escasez de conocimientos, costes y obstáculos que crecen exponencialmente (incluidos los tradicionales silos entre los desarrolladores y los equipos de operaciones) que entorpecen el desarrollo y la implementación de las aplicaciones.
Una base de nube auténtica para impulsar los resultados empresariales
Lo que se necesita es una manera de aumentar la productividad de los desarrolladores mientras se mantiene el control de la seguridad y del entorno de TI. Esto proporciona a las empresas la infraestructura simplificada que necesitan, junto con un método coherente de utilizar, desarrollar y gestionar las aplicaciones modernas, sea cual sea el tipo de nube que elijan.
Pero ¿qué debe ofrecer una plataforma como esa? Básicamente, el uso de este tipo de soluciones proporciona cuatro resultados empresariales fundamentales:
La posibilidad de desarrollar e implementar aplicaciones e infraestructura con mayor rapidez: cuando las organizaciones se proponen ofrecer una experiencia de usuario de alta calidad, necesitan ser capaces de implementar las aplicaciones con rapidez. Ya no es posible dedicar seis meses a desarrollar un nuevo servicio: las empresas de hoy en día necesitan comercializar los servicios rápidamente, utilizando la plataforma que ofrezca el mejor rendimiento. Para ello, es preciso dar a los desarrolladores la libertad de distribuir las aplicaciones en cualquier nube y permitirles utilizar tecnologías, como los contenedores y Kubernetes, que permitan producirlas y distribuirlas con la rapidez deseada.
Un puente entre los desarrolladores y el equipo de TI para evitar los silos operativos: los objetivos de los desarrolladores y el equipo de TI a menudo son contrapuestos, pero en la era de la nube, los silos que provocan amenazan con socavar las inversiones en los nuevos entornos restringiendo las posibilidades de utilizarlos. Las empresas necesitan ser capaces de implementar una solución que satisfaga las necesidades de los desarrolladores, que están sometidos a presión para que creen aplicaciones nativas de nube rápidamente, y que a la vez permita gestionar los costes, los recursos y la seguridad bajo el control corporativo del departamento de TI.
Un menor coste total de propiedad: cuando se introdujo por primera vez la informática de nube, se consideraba que el modelo de menor inversión en capital era una ventaja enorme, pues permitía a las empresas implementar nuevas aplicaciones sin tener que realizar un desembolso inicial, sino utilizando un modelo de gastos operativos. Muchos aprendieron por las malas que estos costes de gastos operativos pueden crecer rápidamente, y vieron cómo el incremento de los costes de la nube eclipsaba el ahorro inicial en inversión en capital, por lo que el coste total de propiedad aumentaba enormemente. Por ello, es vital que la solución implementada ofrezca un menor coste total de propiedad, consiguiendo el equilibrio entre las nubes públicas y privadas, y manteniendo el gasto total tan bajo como sea posible.
Un modelo operativo de nube que utiliza una infraestructura uniforme, basada en recursos informáticos, redes y almacenamiento definidos por software para maximizar la agilidad y la flexibilidad que requieren los requisitos dinámicos de las aplicaciones. Una infraestructura uniforme da como resultado un modelo operativo coherente que proporciona una base para automatizar los procesos y optimizar las operaciones de TI. Ese es el motivo por el que tener la posibilidad de gestionarlo todo de una forma coherente es fundamental para garantizar una base estable para la implementación de aplicaciones modernas y tradicionales.
VMware Cloud Foundation: la piedra angular de la nube híbrida
VMware Cloud Foundation proporciona cada uno de estos resultados empresariales a las organizaciones de todo el mundo. Por ejemplo, ITQ, el partner de conocimiento independiente de VMware, deseaba apoyar a sus clientes en su empeño de comercializar servicios rápidamente, mediante una plataforma tecnológica fácil de implementar y gestionar, y capaz de ejecutar aprendizaje profundo, aprendizaje distribuido y otras cargas de trabajo modernas. «Aquí es donde la integración de vSphere with Kubernetes y VMware Cloud Foundation puede proporcionar tanto valor», comentó Johan Van Amersfoort, especialista en tecnologías de informática de usuario final (EUC) e inteligencia artificial en ITQ.
VMware Cloud Foundation, que está disponible como plataforma de nube híbrida consolidada, es una solución integrada con un alto grado de automatización y coordinación para cargas de trabajo de contenedores y máquinas virtuales, que permite a las organizaciones satisfacer sus necesidades diversas a la vez que protege las inversiones existentes.
En resumen, VMware Cloud Foundation puede abarcar entornos privados y públicos, y ofrece la libertad de ejecutar aplicaciones en cualquier lugar sin el coste, la complejidad ni el riesgo que supone refactorizarlas. Y, dado que mantener la continuidad del negocio es fundamental, se posiciona como la principal solución de VMware para respaldar a nuestros clientes con el fin de garantizar que disponen de la infraestructura adecuada para poder utilizar las operaciones uniformes.
La plataforma de nube híbrida omnipresente para la era de las aplicaciones modernas
Una plataforma sólida de nube híbrida debería permitir al departamento de TI establecer un vínculo más efectivo con la empresa, lo que mejora su forma de competir y de diferenciarse mediante servicios que la mantienen en funcionamiento, mejoran la eficacia de las operaciones empresariales y aumentan la eficiencia de los empleados a la hora de atender a los clientes.
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