Según un estudio realizado en España por Vanson Bourne para VMware bajo el título ‘La oficina virtual: nuevas reglas para una nueva era de trabajo’ el incremento en el rendimiento y la confianza de los empleados como consecuencia de las nuevas modalidades de trabajo híbrido podrían revertirse con la implementación de medidas de vigilancia remota. Es decir, las medidas de vigilancia impuestas a teletrabajadores están acelerando la rotación de personal en las empresas.
Observamos que, en todo el mundo, las empresas están adoptando modelos de trabajo híbrido, que no requieren que los empleados trabajen siempre desde la oficina. Al reemplazar el presentismo por herramientas de supervisión, las empresas deberían ser cautelosas. La supervisión y el rendimiento son dos cosas muy distintas.
Según hemos observado, los empleados se sienten más valorados y perciben que sus empleadores confían más en ellos, pero la falta de transparencia y las mediciones cuantitativas furtivas suelen minar la lealtad de los empleados e impulsar a personas valiosas a buscar otros horizontes fuera de la empresa, en un mercado muy competitivo en el que abundan las oportunidades para los empleados con talento.
Los resultados confirman que el 72% de las empresas encuestadas han implementado o piensan implementar medidas de supervisión a los empleados con el objeto de analizar la productividad del personal a partir de la adopción de modelos de trabajo híbrido.
Entre las medidas adoptadas por esas empresas, se encuentran la supervisión del correo electrónico (41%), de la navegación por Internet (34%) y de las herramientas de colaboración (41%), la videovigilancia (22%), el rastreo de la atención mediante cámaras web (24%) y el software de registro de pulsación de teclas en el teclado (27%). Sin embargo, el 34% de las empresas que han comenzado a supervisar a su personal de manera remota observan un “aumento” o un “aumento considerable” en la rotación de personal.
La conclusión más clara es que se debe alcanzar un punto de equilibrio en la búsqueda de nuevas formas de evaluar el rendimiento de los empleados que van más allá del presentismo. Desde la perspectiva de los empleados, el 82% reconoce que, tras la transición al trabajo distribuido, los empleadores se fijan más en el rendimiento y menos en indicadores convencionales como, por ejemplo, el tiempo que se pasa en la oficina. Más aún, el 83% de los empleados afirma que las tecnologías para el teletrabajo les permiten trabajar con mayor eficiencia que antes.
El 77% de las empresas ha tenido que desarrollar nuevas formas de medir la productividad. Algunas han adoptado soluciones centradas en el rendimiento, como las reuniones periódicas con los directores para evaluar cargas de trabajo (49%), el análisis de resultados y expectativas (53%) o el empleo de programas innovadores para la gestión de proyectos (51%). Ahora que los empleados ya no están en la oficina, las empresas recurren a nuevas modalidades de vigilancia y evaluación de la productividad.
Si bien el 64% de las empresas encuestadas reconoce que sus organizaciones han tenido que idear nuevas formas de medir la productividad como parte de la transición al trabajo híbrido, la transparencia sigue siendo fundamental. En efecto, el 28% de los empleados afirma no saber si en su empresa han implementado sistemas de supervisión de dispositivos para evaluar su productividad.
En definitiva, la vigilancia de los empleados es uno de los múltiples temas abordados en el estudio, cuyos principales resultados son:
- El uso de herramientas digitales ha propiciado el surgimiento de nuevas “tribus en el lugar de trabajo”. La consolidación de las modalidades de trabajo híbrido ha dado origen a una nueva distribución de la oficina, una nueva “oficina o planta virtual” que está basada en la afinidad, los objetivos comunes y los valores compartidos, y no en la proximidad física. La planta virtual implica nuevas reglas, así como nuevos factores para el desempeño exitoso de empleados, jefes y equipos.
- Hemos entrado en una nueva era de transparencia y confianza. Con menos control centralizado e interacción interpersonal, la transparencia y la confianza se están convirtiendo en cualidades esenciales que los jefes deben adoptar para progresar y lograr la unidad en sus empresas, en un mundo que es híbrido por naturaleza.
- La seguridad se consigue en equipo. Esta oficina virtual viene acompañada de innumerables libertades para los empleados, pero también de riesgos de seguridad informática. Al haber menos control directo de aplicaciones, dispositivos y redes, los responsables de TI se enfrentan a un nuevo paradigma en el que la seguridad se consigue en equipo. Se puede acceder a un resumen del estudio al que se hace referencia en este artículo desde aquí.