Sylvain Cazard, VP SDDC EMEA, VMware
Los CIO y los gerentes de seguridad se sienten cada vez más ansiosos. Los ciberataques de todo tipo están constantemente en la prensa, y las consecuencias financieras continúan empeorando, casi a diario.
La cruda realidad es que las empresas son cada vez más víctimas del delito cibernético. Invertir en productos tradicionales de seguridad cibernética está muy bien, pero cada vez son menos efectivos. Los procesos que funcionaron en el pasado claramente han alcanzado sus límites. Es hora de replantear urgentemente nuestro enfoque.
Una economía digital solo funcionará si podemos confiar en ella. En un estudio reciente que realizamos con Forbes, solo el 21% de los gerentes entrevistados dijeron que confiaban en la seguridad de sus infraestructuras de TI. Teniendo en cuenta el hecho de que nuestra economía se ha vuelto completamente dependiente de la tecnología digital, este es un motivo de gran preocupación.
Si bien los beneficios de la revolución digital son innegables, la eficacia de nuestras medidas actuales de seguridad cibernética está bajo un escrutinio serio. Durante mucho tiempo, la seguridad cibernética se ha basado en la idea de una fortaleza impenetrable: un muro claramente definido y bien protegido detrás del cual esperábamos que nuestros datos estuvieran completamente seguros. Esta estrategia fue ciertamente efectiva cuando los centros de datos locales procesaron todos los datos corporativos, pero TI ha avanzado mucho desde entonces.
Los nuevos modelos de aplicaciones y las aplicaciones que producen son prósperas y omnipresentes en nuestra economía actual. Las redes inalámbricas nos mantienen conectados donde quiera que vayamos, pero la seguridad de estas redes no siempre se puede garantizar. Los datos se transfieren de una nube a otra, y los miles de millones de dispositivos conectados crean aún más vulnerabilidades potenciales. La superficie de ataque ahora es casi infinita: nuestra fortaleza está comenzando a parecerse más a un colador y estamos luchando para llenar los agujeros con soluciones puntuales cada vez más diversas.
En cierto modo, la seguridad cibernética está llegando al final de un largo ciclo. Estamos produciendo continuamente soluciones de seguridad “nuevas” sin ninguna evidencia de su efectividad. Es bastante común que una organización tenga más de 20 proveedores que brinden soluciones de seguridad supuestamente entrelazadas. Algo que resulta curioso, ya que este es un caso en el que seguramente no implique una mejora. La seguridad cibernética se está volviendo tan complicada que simplemente hacer que todas las partes móviles funcionen juntas se está convirtiendo en un problema casi inmanejable, especialmente porque la mayoría de las organizaciones informan una grave escasez de especialistas en seguridad calificados. Las infraestructuras de TI