Spencer Pitts, jefe de tecnología y director sénior de área de espacio trabajo digital en VMware EMEA
Hace poco, mientras viajaba en tren de camino a la oficina de VMware en Londres, me puse a pensar sobre mi productividad personal como jefe de tecnología del grupo de End User Computing de VMware. ¿Era más productivo en casa, hacía más cosas en la oficina o quizá en el tren, como cuando escribía este artículo? Luego pensé en otras personas que probablemente no podrían hacerse esas preguntas, puesto que deben estar físicamente en el lugar de trabajo, como ocurre con los empleados de los comercios.
Con este objetivo, y tal como ha venido haciendo durante los últimos años, VMware encuestó recientemente a 5.300 personas de todo el mundo sobre los modelos de lugar de trabajo y descubrió una dicotomía interesante: mientras que el 82 % de los empleados afirman tener una mayor satisfacción laboral cuando trabajan con un modelo remoto o híbrido, muchos directivos siguen creyendo que la oficina es el mejor lugar para que surja la innovación. De hecho, el 66 % afirman que su organización es más innovadora cuando los empleados están físicamente en la oficina. Esta divergencia estadística se conoce como un «dilema con ganadores y perdedores», ya que la preferencia de un empleado por un lugar de trabajo puede ser diametralmente opuesta a la creencia de los directivos sobre lo que es óptimo para la productividad. Esto plantea la siguiente pregunta: ¿es posible que las empresas fomenten la innovación y, al mismo tiempo, ofrezcan a sus empleados la posibilidad de trabajar de forma flexible? ¿Es esto el resultado de diferentes formas de comparar la productividad, o una diferencia
de opiniones entre los responsables y las personas a su cargo en las organizaciones?
Trabajo desde cualquier lugar, innovación en todas partes
La respuesta puede que sea afirmativa. Según nuestro estudio, las organizaciones con políticas de trabajo híbrido o de teletrabajo tienen más probabilidades de disponer de parámetros formales para medir cómo afecta el trabajo flexible a la innovación y la productividad. De hecho, casi todas las organizaciones con una política de teletrabajo (el 97 %) disponen de parámetros para controlar los niveles de innovación, en comparación con solo el 83 % de las que cuentan con una política que solo contempla el trabajo en oficinas. Este dato contradice la creencia de muchos directivos de que la oficina es el único caldo de cultivo de la innovación.
Además, al analizar los resultados de la encuesta, descubrimos que las empresas con políticas de trabajo híbrido son más propensas a invertir en herramientas digitales y de automatización para mejorar la experiencia del empleado y aumentar la productividad. Esto indica que estas empresas priorizan la innovación y la productividad sin sacrificar la flexibilidad en cuanto al lugar de trabajo, y además, reafirma la importancia del trabajo híbrido y las ventajas fundamentales únicas que aporta.
¿Es el trabajo híbrido una combinación perfecta de productividad e incentivos para los trabajadores?
¿Cuáles son las principales ventajas del trabajo híbrido que pueden contribuir a una mayor satisfacción laboral? En primer lugar, el trabajo híbrido permite a los empleados tener más control sobre su entorno y su horario de trabajo. Esto puede propiciar una mejor conciliación entre la vida laboral y la familiar, lo que posiblemente aumente la satisfacción y la productividad de los empleados. Además, el trabajo híbrido puede ayudar a las empresas a mantener las posibles ventajas que ofrece el trabajo en la oficina y, al mismo tiempo, proporcionar una mayor adaptabilidad y flexibilidad empresarial. Por ejemplo, en caso de desastres naturales, emergencias o interrupciones, los empleados tienen la posibilidad de teletrabajar para evitar que se detenga el flujo de trabajo de la empresa. El trabajo híbrido también puede mejorar significativamente la excelencia de las empresas, ya que les da acceso a un mayor abanico de profesionales. Al ofrecer opciones de trabajo flexibles, las empresas pueden atraer y retener a los mejores empleados de un área geográfica más amplia, y prosperar gracias al acceso a las competencias y los conocimientos necesarios.
Aunque este «dilema con ganadores y perdedores» puede desatar posibles tensiones entre las preferencias de los empleados y las creencias de los directivos a la hora de determinar cuál es la ubicación óptima para la innovación, todo se reduce a alcanzar un equilibrio adecuado entre las preferencias de los empleados y las prioridades de la empresa que fomente una cultura de innovación y productividad. Así, el trabajo flexible se erige como una solución con gran potencial para alcanzar este equilibrio deseado.
Volviendo a mis primeras reflexiones sobre si soy más productivo en un lugar u otro en mi trabajo… como en todas las cosas hoy en día, la respuesta sigue dependiendo de multitud de factores… el tiempo, el tipo de proyecto o tal vez el trabajo que hago: parece que se cumple el viejo adagio de «no hay una respuesta única para esta pregunta». Desde el punto de vista tecnológico, creo que debemos asegurarnos de que la tecnología no inhiba la capacidad de una organización ni de su personal para elegir el modelo de trabajo que más les convenga.